23/5/13

Editorial

Los cambios nunca vienen solos


Las grandes inversiones de las administraciones públicas brillan por su ausencia en los últimos años, sin embargo, parece que el Ayuntamiento de Burgos todavía tiene mucha suerte en este sentido. El sector privado sigue presentando propuestas que servirían para renovar parte del paisaje urbano del centro de la ciudad. 

Burgos está presionada a mejorar su imagen ahora que quiere convertirse en un punto geográfico importante para el país, sobre todo después de recibir el título de Capital Española de la Gastronomía. En la lista de los proyectos que el ayuntamiento pretende llevar a cabo nos encontramos con estas dos aspiraciones: Rehacer desde cero un nuevo mercado de abastos en la Plaza de España, derribando el actual, y construir un aparcamiento subterráneo bajo la plaza Hortelanos para poder peatonalizarla.
La empresa vasca Baika se encuentra especialmente interesada en estudiar la viabilidad de la iniciativa e invertir 18 millones de euros. Aquí el problema, es un hecho que la crisis aún no se ha marchado, por lo que sería importante preguntarse: ¿Son necesarias todas estas reformas?

El bulevar todavía no está finalizado en su totalidad, el nuevo Hospital Universitario no se encuentra en pleno funcionamiento, las reformas que se están llevando a cabo a lado del campus de San Amaro parecen interminables… Y aun así, existe la necesidad de iniciar nuevos proyectos.

Puede que la remodelación de la Plaza Hortelanos signifique un avance en la comodidad de los vecinos de la zona porque, en realidad, el aparcamiento se encuentra en un estado lamentable y cada vez es más difícil conseguir una plaza para el coche. Entonces se podría decir que existen más ventajas que inconvenientes.

Aparcamiento en la Plaza Hortelanos
Aparcamiento en la Plaza Hortelanos
Sin embargo, el caso del Mercado de Abastos es completamente distinto. Éste ya ha pasado hace relativamente poco por una reforma que lo dejó prácticamente como nuevo. Es probable que el sentimiento que más se generalice entre los ciudadanos sea la sensación de estar tirando el dinero.

Anuncios en la fachada del Mercado de Abastos
Un caso que es bastante parecido es el de la Plaza de Toros del Plantío. Todavía no se ha encontrado una razón lógica para invertir en una edificación que solo pretende estar disponible para las fiestas patronales de la ciudad y que luego será derrumbada. Puede que esta plaza haya servido a Burgos durante años, pero quizá es hora de decir adiós definitivamente sin invertir diez millones de euros. Este dinero hasta ahora no tiene un origen específico teniendo en cuenta que el ayuntamiento habla de un momento crítico de la economía.

En resumen, el ayuntamiento tiene que saber que invertir sin conservar es un grave error y destruir en lo que se ha invertido es incluso más grave.

No hay comentarios:

Publicar un comentario